martes, 17 de julio de 2012

Le Havre

Aki Kaurismäki, 2011.

El director finés Kaurismäki es uno de esos autores habituales en los circuitos festivaleros y muy valorados por la crítica. Su estilo es muy personal y reconocible, con una sutil ironía, que puede provocar dos reacciones, cautivar o aburrir. A mí me parece un tanto sobrevalorado, no acabo de conectar con su cine, su humor me deja impasible y su dirección de actores me parece forzada. Eso sí, su puesta en escena es muy cuidada y tiene un aspecto visual de un colorido asombroso. 

En esta película adopta el tono del cuento o la fábula para retratar la situación desesperada de los inmigrantes. Un adolescente de color consigue esquivar un control policial en el puerto de Le Havre en el que es detenida su familia. Solo y sin ningún tipo de sustento, sólo puede sobrevivir gracias a la ayuda de André, un limpiabotas que vive con su mujer enferma en un barrio que se vuelca en ayudar al chico. El director intenta concienciarnos de la dureza de la realidad a través de una visión utópica en la que todos actúan desde una moralidad exquisita. Incluso el inspector de policía es un personaje increíble en su bondad, capaz de dar la espalda a su oficio y a sus compañeros para ayudar a que el chico consiga escapar. El riesgo está en que este recurso irónico pueda parecer escapismo o buenismo. 

En todo caso, me ha costado involucrarme con una historia en la que los personajes parecen seres sin ningún vigor, inmóviles, cuyas frases de guión suenan artificiosas. Como ocurre con el teatro épico de Bretch, el cine de Kaurismäki no pretende conmover al público, sino hacerle pensar. Por un lado se elimina de manera premeditada la naturalidad con la intención de que el espectador no se involucre tanto como para no poder reflexionar sobre lo que ve desde una distancia adecuada. Por otro lado se evita todo lo que pueda conducir a la emotividad. Y lo que queda es sin duda interesante y comprometido, pero le falta pasión, le falta esa palpitación que sólo puede darse desde las entrañas de los sentimintos más profundos.

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