sábado, 17 de noviembre de 2012

Diamond Flash

Carlos Vermut, 2011.


Sorprendente primer largometraje de Carlos Vermut, un director independiente que ha demostrado a la industria del cine español que con muy pocos recursos se pueden hacer películas estimulantes.  


La película se despliega en múltiples direcciones utilizando y subvirtiendo distintos géneros y con vertiginosos cambios de tono. El guión está construido milimétricamente, pero en ningún momento se hace evidente. Vermut evita los diálogos explicativos, prefiere sugerir, acercarse a sus personajes desde los detalles que los convierten en gente de la calle. Los actores, todos desconocidos, realizan un trabajo asombroso gracias a una dirección obsesiva, que se olvida de la perfección técnica, para centrarse en que las actuaciones resulten convincentes. La historia es lo de menos, lo importante es cómo se cuenta. Una niña desaparece. Su madre, desesperada, busca una fotografía de ella para poderla entregar a la policía y que puedan iniciar la búsqueda. A partir de este punto de inicio se van desarrollando distintas tramas que tienen alguna conexión con la primera y que nos conducen por una montaña rusa llena de angustia, de maldad y de una ironía oscura difícil de olvidar. 

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