miércoles, 13 de abril de 2011

My Darling Clementine


John Ford, 1946.

El western en Ford no es solo violencia, es algo más rico e interesante. Para él, interesado en la historia más reciente de su país, se trata de un entorno perfecto para hablar sobre la organización de las comunidades y sus rituales, la familia y el mantenimiento del orden. Y en paralelo revitalizar y dignificar un género que con él se hizo adulto. Aquí nos cuenta la historia del famoso duelo en OK Corral entre los Earp y los Clanton. Wyatt Earp acepta el cargo de sherif en Tombstone después de que su hermano pequeño sea asesinado y su ganado robado. En el pueblo la ley del más fuerte parecía haberse adueñado de la convivencia. La familia Clanton campaba a sus anchas cometiendo delitos impunemente. Sólo Wyatt parece tener el valor de frenarle los pies. Por otro lado, el enfermo Doc Holliday entabla amistad con los Earp y no duda en ayudarlos cuando las cosas se ponen feas entre los dos clanes. La película está filmada con una economía de recursos y un equilibrio de plano que sólo la maestría de Ford podía conseguir. La épica tampoco falta en un film que es muy superior a otras revisiones de la misma historia.  


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