miércoles, 2 de noviembre de 2011

Bridesmaids

Paul Feig, 2011.

Comedia salida de la productora de Apatow, renovador de este género que algunos llaman post-comedia. Entre los titulos emblemáticos que han pasado por sus manos como director encontramos The 40-Year-Old Virgin (2005), Knocked Up (2007) o Funny People (2009). Para otras muchas que ha producido se observan unas líneas comunes, como ocurre con Bridesmaids, donde los actores y actrices son a la vez los guionistas de la película y hay un tipo de humor parecido. Pero, ¿qué significa ese término tan rimbombante de post-comedia? Frente a la comedia clásica donde predomina un humor elegante y políticamente correcto, aquí nos enfrentamos a uno más incómodo en el que se tratan temas delicados e incómodos relacionados con el sexo o con la escatología. De ahí que algunos espectadores salen de estas películas con una sensación más cercana al desagrado y la incomodidad que a la hilaridad. Eso no quita para que se traten también  temas más profundos como el paso a la madurez. 

Dicho esto, vamos a centrarnos en la película que nos ocupa. Lillian, personaje interpretado por una de las guionistas de la película, se va a casar con un ejecutivo importante. Su mejor amiga, Annie, interpretada también por otra de las guionistas, es una solterona que se encuentra en mala racha. Su amante es un auténtico cretino que no está dispuesto a involucrarse en una relación adulta. Después de fracasar en un negocio de pasteles, Annie tuvo que aceptar un trabajo en una joyería en la que no se siente cómoda. Vive en un apartamento compartido con un tipo raro y su hermana. Pero lo peor está por llegar. Su ilusión por organizar la fiesta de despedida y la ceremonia de su amiga se tornará en decepción cuando se meta por medio Helen, la guapa mujer del jefe de la empresa en la que trabaja el futuro marido de Lillian. Annie y Helen compiten por demostrar ser la mejor amiga de Lillian y eso desemboca en una serie de situaciones ridículas. Todo le sale mal a Annie, aunque la felicidad aparente del resto de damas de honor tampoco es mucho mayor. 

La película me ha parecido muy divertida, con un humor que, aunque puede resultar chocante en ocasiones, sabe meter el dedo en la llaga. La comedia está centrada en personajes femeninos y, de hecho, está escrita también por ellas. Esto le da un toque original, e incluso subversivo, ya que no solemos tener la oportunidad de oir y ver las barbaridades que hablan y hacen estos personajes femeninos. Pero es que además, no hay mejor manera de hablar de la esencia del ser humano, de su dignidad, que a través de sus comportamientos más indignos y ridículos. De ahí que nuestra sonrisa sea un poco de complicidad y de piadosa comprensión. Lástima que haya algunas secuencias innecesarias, como las interminables infracciones para llamar la atención del policía amante de Annie, que desmerecen el conjunto de una muy interesante película.

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