domingo, 12 de diciembre de 2010

The Kids Are All Right

Lisa Cholodenko, 2010.

Producto moldeado según las formas del cine independiente con temática aparentemente subersiva, pero que esconde un gran conservadurismo. Ya se ha colocado en la carrera por los Oscar y, de hecho, está nominada en varias categorías para los Globos de Oro. Y, probablemente, será una comedia exitosa al estilo de Pequeña Miss Sunshine. Una pareja de lesbianas tiene dos hijos del mismo donante de esperma y estos deciden llamarlo para conocerlo. El padre resulta ser un hombre hecho a sí mismo, guapo y enrollado. Tiene un restaurante en el que se usan ingredientes sacados de un huerto ecológico que él mismo cultiva. Es tan majete, que ofrece trabajo a una de las madres para que le ayude con el rediseño del huerto y acaba teniendo una aventura con ella. El ecologista está dispuesto a llegar hasta el final y representa una amenaza a la familia formada por las lesbianas y los dos adolescentes. Pero ni un hombre tan atractivo como este, personaje construido por la directora con cualidades muy apreciadas por ellas (tierno además de guapo, atento y que no rehuye sus responsabilidades), podrá resquebrajar la fortaleza de la unión familiar.  El retrato que se hace de los conflictos en una familia de estas características es superficial, se queda en la pura anécdota y hay pocos momentos que respiren cierta verdad. Quizás el único surge cuando la hija adolescente se marcha a la universidad, momento que recuerda al final de Toy Story 3 y que es una elegía a la pérdida de la infancia. Por lo demás, estamos ante un producto de factura engañosa que pretende dibujar un retrato de las disfunciones de la familia, pero que acaba defendiendo una imagen idílica de la misma y cayendo en los lugares más comunes. Los referentes parecen ser películas como The Squid and the Whale ( Una historia de Brooklyn, 2005) o Sideways (Entre Copas, 2004), pero en estas hay mucha más honestidad.

2 comentarios:

  1. Con esos referentes tan chulos es una pena que se quede en esa superficialidad de la que hablas. "Entre copas" y "Una historia de Brooklyn"(sobre todo) me encantaron.
    ya sólo viendo la foto, esa luz me recuerda a Miss Sunsine.

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  2. Es engañosamente luminosa para subrayar las bondades de la unión familiar. La casa de la familia es como de juguete, con su jardincito lleno de flores, su cocina enorme y luminosa y unas habitaciones limpias y ordenadas. Es de esas casas asépticas donde parece que nunca se haya roto un plato.

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