domingo, 13 de febrero de 2011

True Grit

Ethan Coen, Joel Coen, 2010.

El cine contemporáneo ha dado muy buenos westerns,  algunos como Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992) o el más reciente El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (Andrew Dominik, 2007) resuenan en esta película. El viaje en busca de una venganza es un tema que ya trataba Sin Perdón. También hay escenas como la del ranger usando su rifle a larga distancia que nos remiten a la película de Eastwood. Por otro lado, El asesinato de Jesse James comparte con la de los Coen el mismo responsable de fotografía, Roger Deakins, habitual en el cine de los Coen (Fargo, El gran Lewovski, El hombre que nunca estuvo allí, por poner algún ejemplo). Coinciden en una atmósfera crepuscular y fría y, en las dos, somos testigos de cómo la leyenda se acaba transformando en una caricatura circense, en una representación donde los actores, supervivientes de otra época, no encuentan su lugar en un nuevo mundo civilizado. 

La película de los hermanos Coen está basada en el libro True Grit de Charles Portis, adaptada ya en Valor de Ley (Henry Hathaway, 1969) con un maduro John Wayne que recibió el Oscar por su interpretación de Rooster Cogburn. Jeff Bridges retoma el mismo personaje, con el parche en el otro ojo, y construye de manera soberbia al decadente ayudante del sheriff, entrañable y complejo, con múltiples capas que van desde la crueldad y el salvajismo hasta la ternura, la socarronería y la valentía. Pero el punto de vista narrativo es el de otro personaje, una adolescente, en apariencia dura y manipuladora, a cuyo padre han asesinado y al que está dispuesta a vengar cueste lo que cueste. También  hay algunos secundarios magníficos, como el asesino del padre, un vaquero torpe y un tanto estúpido, un pobre diablo que parece más víctima que villano. Los Coen retoman con este personaje una de las constantes en su filmografía, la estupidez humana y lo ridículo e indefenso que se encuentra el hombre ante su existencia azarosa. 

La aventura es narrada como los recuerdos rememorados por la muchacha cuando ya es adulta y el mundo ha cambiado, lo que hace que el tono sea nostálgico y las imágenes destilen melancolía. El viaje iniciático de la adolescente por el oeste más salvaje es un paseo por el infierno, por unos páramos llenos de fantasmas y de seres sacados de un mundo mitológico, como ese jinete abrigado por una piel de oso que aparece de la nada. 


La muchacha se tiene que enfrentar con la muerte desde el inicio de la película hasta el final, es testigo y partícipe de una violencia despiadada y, de esa manera, su periplo también tiene como destino un renacimiento,  un descubrimiento del mundo adulto, plagado de maldad y dolor. Los Coen realizan una obra fascinante y mágica, una fábula con toques de humor negro y secuencias magistrales que son difíciles de olvidar.

3 comentarios:

  1. Me encantó, se me hizo corta:-),..fantastica interpretacion del sr.Bridges, buena direccion de los Coen, incorporando el misterio y el suspense de los mejores westerns a su pelicula, por otra parte deja al descubierto el resto de peliculas que con millonarios presupuestos de efectos especiales nos tienen aburridos hasta la estenuación.
    POR FAVOR,...mas Westerns!!

    ResponderEliminar
  2. Los Coen son unos maestros creando personajes. Y el cine que merece la pena se sustenta en los buenos personajes bien interpretados.
    Estoy contigo, una mirada del Cogburn de este western tiene más tensión que muchas escenas espectaculares...

    ResponderEliminar
  3. Yo la vi ayer y, siento discrepar con mis queridos reseñadores, me decepcionó bastante.
    Espero algo más de una película que una simple suma:

    VALOR DE LEY + SALVAR AL SOLDADO RYAN = TRUE GRIT.

    Y me duelo un poco por los Hrnos Coen porque eran de mis directores favoritos (Muerte entre las flores, para mi, el mejor ejemplo de cine de gansgters).

    Pero bueno, supongo que reflejan lo que es el cine americano, capaz de lo mejor y de lo peor.

    ResponderEliminar