martes, 30 de abril de 2013

Argo

Ben Affleck, 2012



Ya en The Town (2010), Ben Affleck demostró que tiene buen pulso para contar historias con ritmo, que mantengan al espectador entretenido en su butaca. Argo ha sido todo un éxito, quizás excesivo, que le ha llevado a su director a conseguir el Oscar de este año a la Mejor Película. Un año donde obras más valiosas como The Master o Killing Them Softly han sido totalmente ignoradas. Pero Argo sabe jugar bien sus cartas, cuenta una historia que gusta mucho al público americano, donde se ensalza su espíritu tolerante, democrático y heróico. 

El protagonista, un agente de la CIA, interpretado por un solemne Ben Affleck, melancólico y tristón hasta el hartazgo, tiene que rescatar a un grupo de diplomáticos refugiados en la embajada canadiense del Irán revolucionario. Para ello urden un plan extravagante en el que simularán ir al país para rodar una película de ciencia ficción. 

El ritmo es vigoroso, pero hay poco sitio para la sorpresa y la experimentación, todo se construye medidamente y bajo los moldes más trillados del thriller político. Total, una película digna, pero un tanto sobrevalorada.

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