domingo, 29 de enero de 2012

Friends With Benefits

Will Gluck, 2011.

Bajo la premisa de que la amistad puede estropear el sexo, antítesis de lo que se ha venido proponiendo en otras comedias románticas como When Harry Met Sally (Rob Reiner, 1989), se esconde una película mucho más conservadora y correcta de lo que pretende aparentar. Con un estilo vigoroso, personajes llenos de juventud y rebosantes de belleza, diálogos ingeniosos y ágiles, la película nos cuenta la historia de una pareja cuya relación empieza profesionalmente, él es un competente editor reclutado por ella que es una astuta cazatalentos, para ir transformándose en una amistad con derecho a roce y, finalmente, en una relación de lo más convencional, con sus reproches y sus disputas comunes. 


La primera parte resulta interesante al plantear la posibilidad de que las relaciones sentimentales van en contra del sexo ya que, a la larga, los inconvenientes se imponen sobre el disfrute libre y sin complejos. Sin embargo, conforme avanzamos en la historia nos damos cuenta de que lo que en realidad se está defendiendo es justo lo contrario. El sexo hace que afloren los sentimientos y que, a la larga, la amistad desacomplejada se torne en una frivolidad frente a los valores tradicionales del compromiso. A eso añadimos unos toques de sentimentalismo con un padre con Alzheimer que sirven para subrayar la importancia de la familia unida. Y al final descubrimos que no se trata más que de otra comedia romántica tan convencional como todas las que han surgido de la industria mainstream americana, como no podía ser de otra manera.

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