lunes, 8 de noviembre de 2010

Copie Conforme

Abbas Kiarostami, 2010.



Ganadora de la espiga de oro en la Seminci y de un premio a la actuación de Juliette Binoche en Cannes, la última película de Kiarostami es una de las más destacables de este año. Es también una excepción en la filmografía del director iraní ya que está filmada fuera de su país y en tres idiomas que no conoce, inglés, italiano y francés. La historia se centra en una pareja formada por un intelectual inglés, que acaba de escribir un libro sobre arte, y una mujer, que se dedica a la venta de arte. Los dos protagonistas pasan un día juntos en un pueblo de Italia paseando por sus calles y charlando de distintos temas. Las resonancias con las películas Before Sunset (Richard Linklater, 2004) y Viaggio in Italia (Roberto Rossellini, 1954) son claras. Pero Kiarostami no nos relata esta relación de una manera convencional, lo hace jugando con la estructura, rompiendo la lógica para mostrar dos parejas en una, o una misma pareja en distintos momentos, todo depende de la mirada del espectador, de cómo quiera entenderlo. A la mitad de la película se produce una  desviación del relato que no llega a ser una ruptura puesto que se produce de una manera natural. Esto permite al director realizar un estudio sobre la pareja vista en distintos momentos (seducción y desencanto), sobre la dificultad de mantener el amor después de muchos años de matrimonio, sobre la incomunicación y la soledad. El arte es un hilo conductor en el guión, define a los personajes y es el motivo de que se interesen el uno por el otro y, al mismo tiempo, una de las razones de sus desencuentros. El intelectual inglés considera que la copia en el arte tiene tanto valor como el original porque al fin y al cabo en el origen del arte está la reproducción, ya sea de otra obra o de la realidad. Para él no importa la obra, sino la mirada del espectador. Este tipo de reflexiones sobre el arte no son nuevas, el cine lo ha hecho desde hace tiempo, basta recordar F for Fake (Orson Welles, 1973) o la más reciente Exit Through the Gift Shop (Basksy, 2010). El personaje del inglés se enroca en sus ideas y, sobre todo en la segunda parte de la película, no quiere debatir con su mujer, quizás porque ya está cansado de escuchar sus opiniones después de quince años. Tiene muy poca sensibilidad hacia su mujer que lucha por ser complaciente. Esto, unido a su frialdad y egoísmo, provocan en la mujer una desazón amarga. Puede que el amor se haya terminado, pero ninguno de los dos quieren afrontarlo. Binoche interpreta un personaje que tiene que cambiar de registro de una manera extrema y la actriz lo sabe hacer de una manera magistral. Su intento de volver a seducir a su marido muestra su necesidad de protección, su vulnerabilidad ante la perspectiva de afrontar la educación de su hijo y la llegada de la vejez en soledad. Su lucha por recuperar el amor resulta inútil ante un marido que se encuentra perdido, incapaz de afrontar la responsabilidad que eso supone. Su mirada en la última secuencia refleja el vacío ante el que se encuentra. Kiarostami juega con nosotros y nos conduce por una película minimalista, pero llena de recovecos y desvíos. Su cine nos mira de frente y nos desarma con su sinceridad simple y clara.

2 comentarios:

  1. Me ha parecido muy bueno el guión. Retrata muy bien la psicología de la pareja. Y lo que más me sorprendió es cómo se acerca a la postura de la mujer, mostrándola de una forma tan... femenina, siendo él un hombre. Esto demuestra que muchos de los perfiles hombre/mujer no son más que roles sociales adquiridos socialmente.

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  2. La sensibilidad de Kiarostami es la de un gran humanista...

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